El guante está lanzado.
AINARA Y MERILLAS, LOS DOS CABOS DE UNA CUERDA QUE SE TOCAN
Él tiene tiene 30 años, ella 10. Él ya es campeón del mundo en lo suyo, ella ha empezado ahora a transitar por el camino del éxito. Ambos son de Castilla y León y no son muy conocidos más allá de sus entornos. A ambos les he podido conocer gracias a nuestra profesión, que a veces nos saca del día de la actualidad para descubrir historias de superación muy interesantes.
Él, Manuel Merillas, es el actual campeón del mundo de carreras de montaña. Nació en Valseco, León. Ella, Ainara García, es la campeona oficiosa de España de tenis en categoría benjamín. Nació en Traspinedo, Valladolid.
Su historia, la de Ainara, con el deporte de la raqueta le viene de familia. A su padre le encanta el tenis y lo practica a modo aficionado, pero ella nunca se ha visto forzada a jugar. Ha empezado cuando ha querido y ahora vive el tenis con una pasión que contagia a quien tiene cerca. Su entrenador, Alberto Esguevillas, vio en ella algo especial en su forma de afrontar este juego. Más allá de lo bien que golpee a la pelota, Ainara tiene una fortaleza mental poco habitual a esas edades. Resta importancia a los puntos perdidos y no se regodea en las victorias. Relativizar con esa frialdad los triunfos y las derrotas con 10 años le convierten en algo diferente. Por eso este año decidió apuntarle a torneos nacionales y no ha dejado de ganar y de llamar la atención de escuelas de toda España. Pero, de momento, el núcleo que forman familia y entrenador ha decidido que tiene que seguir aquí. Rodeada de su gente y sin olvidar que solo habrá tenis mientras en el cole siga marchando todo bien. Su camino acaba de empezar y de seguir así será exitoso, seguro.
Para caminos duros los que ha recorrido en su vida Manuel Merillas, en su caso tanto en sentido figurado como literal porque este leonés se mueve con una facilidad pasmosa por terrenos en los que solo las cabras aparentan confianza en sus movimientos. Ver subir y bajar a Merillas una montaña te deja sin aliento, pero compartir una mañana con él te hace comprender que no es un descerebrado. Sabe muy bien donde pisa y procesa los recorridos más rápido que sus rivales. Por eso ha conseguido muchos campeonatos nacionales e internacionales. Es el mejor en lo suyo y tiene miles de seguidores por todo el mundo y vive en La Cueta, un pueblo en el que convive con otros 7 vecinos y donde la carretera acaba su camino. Y lo hace por decisión propia, porque sale de casa y ya empieza a entrenar y cuando la nieve cubre las montañas de la zona, él se dedica a practicar esquí de travesía.
Ainara y Merillas son dos cabos de una cuerda. Ella está empezando y tiene todo por recorrer. Él ya ha hecho mucho, pero sigue empeñado en alcanzar nuevas metas. Pero esos dos cabos se tocan porque los dos sienten lo mismo. Pasión por lo que hacen, esfuerzo por dejar otras cosas atrás y una cabeza privilegiada que les hace mantenerse en su sitio.