El guante está lanzado.
El paso del tiempo
Será que me estoy haciendo mayor, pero a medida que pasan los años me siento más desconectado del mundo del futbol.
Primero en lo futbolístico. Es el único deporte en el que no tiene que pasar nada para que se quiera vender emoción. En el baloncesto hay 24 segundos para terminar una jugada, en el balonmano existe el “aviso de pasivo”, en el voleibol se tiene el limite de tres toques para pasar la pelota. También en el rugby se sanciona la falta de actitud ofensiva. Sin embargo, en el fútbol actual, se vende la posesión de la pelota como un éxito, aunque los disparos a puerta sean mínimos. Lo vimos con España en el Mundial y eso nos mandó para casa.
Creo, y es mi opinión, que el balompié debería pensar en una fórmula para “activar” su deporte, si quiere enganchar a las nuevas generaciones.
Y luego está el asunto formativo. En el deporte se intentan trasladar una serie de valores que son parte de la formación humana. La deportividad, el trabajo en equipo, el saber perder, el aprender a ganar.
Sin embargo, en el fútbol se justifican las trampas. “Es un deporte de pillos”, dicen algunos, donde se aplaude al que exagera una caída, al que engaña al árbitro, al que pierde tiempo. ¿Esos son los valores que quiere mostrar el fútbol a las nuevas generaciones?
Esta columna está escrita después de ver los cuartos de final del Mundial entre Argentina y Países Bajos. Un duelo donde los de Van Gaal apenas tiraron a puerta durante los 90 minutos reglamentarios. Argentina propuso más, pero cuando vio que no le bastaba con eso, sacó el “otro fútbol”, el de las protestas, el de las trampas.
Incluso, cuando lograron el penalti que les daba el pase, para la historia del futbol no quedará la pase Messi en el primer gol. Quedará la burla de varios jugadores al rival mientras se dirigían a abrazar a Lautaro. Ese es el deporte que verán los pequeños y querrán imitar, y ese es el fútbol que está instalado en esta sociedad.
Será que me estoy haciendo mayor, pero cada vez me siento más desconectado de este fútbol.
Iñigo Torres